Salud Cardiovascular

Protegerte en contra de problemas cardiovasculares requiere mucho más que simplemente reducir tus niveles totales de colesterol.

Ninguno de estos 4 problemas cardiovasculares tiene mucho que ver con los niveles totales de colesterol, pero tienen todo que ver con niveles excesivos de Eicosanoides pro-inflamatorios. La relación entre elevados niveles de Eicosanoides pro-inflamatorios y el corazón proviene de varios factores. Primero, niveles excesivos de Eicosanoides pro-inflamatorios aumentan la posibilidad de que las plaquetas se agrupen para formar un coágulo. (Las plaquetas son células circulantes que se apresuran al sitio de la herida y se agrupan causando que tu sangre se coagule para que no sangres hasta morir).

Excesivos niveles de Eicosanoides pro-inflamatorios engañan a tus plaquetas al hacerlas pensar que hay una herida en tus arterias, así las plaquetas se agrupan en lugares equivocados causando la disminución del flujo sanguíneo.

Los Eicosanoides pro-inflamatorios son también los mediadores principales de la inflamación que aumenta el riesgo de la ruptura de placas inestables en la arteria. Cuando esta placa estalla, las plaquetas ven esto como una herida y se empiezan a agregar en respuesta a los desechos liberados. Como resultado los nuevos coágulos formados de las plaquetas agregadas puede tapar totalmente la arteria, deteniendo el flujo sanguíneo.

Una vez que se corta el riego sanguíneo, las células el músculo cardiaco mueren por falta de oxígeno y esto causa el daño. La razón por la cual la aspirina es un arma tan poderosa en contra de los ataques al corazón es que reduce la producción de Eicosanoides pro-inflamatorios que causan tanto la agregación plaquetaria y el aumento de la inflamación que desestabilizan las placas ateroescleróticas existentes.

Los mismos Eicosanoides pro-inflamatorios también son los culpables del vasoespasmo, la tercera causa de ataques cardiacos fatales. Estos Eicosanoides pro-inflamatorios actúan como poderosos constrictores de tus arterias que pueden llevar al vasoespasmo, una contracción fatal que detiene el flujo sanguíneo hacia el corazón. El mismo tipo de acción ocurre en un dolor de cabeza, el cual ocurre mientras el flujo sanguíneo hacia el cerebro es detenido.

Si tienes un dolor de cabeza ¿qué medicamento tomas? La Aspirina trabaja al reducir la producción de Eicosanoides pro-inflamatorios y aumentando el flujo sanguíneo.

• Por si fuera poco, demasiados Eicosanoides por-inflamatorios pueden también provocar serios problemas cardiacos causados por ritmos eléctricos caóticos en el corazón.
• El corazón es básicamente un músculo grande que debe tener todas sus células contrayéndose y relajándose de una manera sincronizada para poder bombear sangre efectivamente.
• Lo que controla esta sinfonía cardiaca es la corriente eléctrica que se extiende por los músculos del corazón para mantener el ritmo del corazón.
• Si esta red eléctrica es perturbada por demasiados Eicosanoides pro-inflamatorios, las células musculares van a comenzar a latir un ritmo sin coordinación. Muy pronto la sinfonía se vuelve un ruido al azar y el corazón deja de latir, deteniendo el flujo sanguíneo.

Cada vez más investigación científica especialmente de estudios prospectivos, ha mostrado que niveles elevados de insulina te colocan en un alto riesgo de padecer problemas del corazón. La razón es porque niveles elevados de insulina llevan a tu cuerpo a sobre producir Eicosanoides pro-inflamatorios. Por esta razón necesitas combinar tanto la dieta como los Omega 3 para lograr la salud cardiovascular. Solamente estas dos estrategias reducirán el rango AA/EPA en la sangre, el marcador de la inflamación celular.

La investigación ha confirmado que los Omega 3s EPA y DHA contribuyen a tu salud cardiovascular de muchas maneras. Tanto el EPA como el DHA ayudan a combatir la formación de placas y coágulos en tus arterias. La Asociación Americana del Corazón (AHA) reconoce que el EPA y el DHA son efectivos para:

• Reducir el riesgo de infartos y ataques al corazón
• Reducción de la viscosidad de la sangre
• Relajación de los vasos sanguíneos (vasodilatación)
• Reducir el riesgo de coágulos sanguíneos en las arterias coronarias (propiedades anti-trombóticas)
• Protección contra anormalidades de los latidos del corazón. (Arritmia, taquicardia ventricular, fibrilación)
• Protección en contra del endurecimiento de las arterias (Aterosclerosis)
• Reducción de la muerte cardiaca súbita
• Prevención de la ruptura de las placas

Referencias:

• Kris-Etherton PM, Harris WS, Appel LJ; American Heart Association. Nutrition Committee. “Fish consumption, fish oil, omega 3 fatty acids, and cardiovascular disease.” Circulation 107, n.21 (November 2002): 2747-57.
• Von Schacky C. “Omega 3 fatty acids and cardiovascular disease”. Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care 7, n.2 (March 2004): 131-6
• Harper CR, Jacobson TA “The fats of life: the role of omega 3 fatty acids in the prevention of coronary heart disease”. Archives of Internal Medicine 161, n.18 (October 2001): 2185-92.
• Rosenberg IH “Fish-food to calm the heart”. New England Journal of Medicine 346 n. 15 (April 2002): 1102-3
• Albert CM, Campos H, Stampfer MJ, Ridker PM, Manson JE, Willett WC, Ma J. “Blood levels of long-chain n-3 fatty acids and the risk of sudden death.“ New England Journal of Medicine 346 n. 15 (April 2002): 1113-8